10 de enero de 2013

AÑO 2013

Tenemos ante nosotros un año 2013 muy difícil para la institución y para sus integrantes en Asturias.

Los recortes  y la precariedad de todo tipo ya se han instalado definitivamente en los programas estratégicos y en los estilos de gestión y administración de las Comisarías Asturianas como algo normal, imprescindible y obligado,  acorde claro está con la directriz y política general del gobierno, amparada y bien recibida por la mayoría de organizaciones sindicales. El SUP no. Nos hemos opuesto siempre y seguiremos luchando contra todas las políticas y actuaciones que perjudiquen los intereses profesionales de los policías y dañen a la corporación policial.

Las continuas mermas salariales, que todavía no tienen fin, la reducción de derechos consolidados y que tanto nos ha costado lograr, la revuelta de algunos componentes de la organización en la implementación y profundización hacia comportamientos, pensamientos y programas de color castrense que tan poca eficacia y eficiencia despliegan en la modernidad corporativa, en la creatividad, y en definitiva en la requerida y obligada eficacia en el cumplimiento de las competencias relacionadas con la seguridad ciudadana y la prevención de las conductas antisociales en democracia.

La reciente retirada de vehículos, la falta endémica de personal, las deficiencias en la capacidad de gestión y administración en alguna Comisarías y en determinados sectores, la utilización del régimen disciplinario de forma injusta y como herramienta de miedo e instrumento mal entendido de motivación en cada vez más ocasiones, la insatisfacción laboral, la desmoralización que va en aumento, y en definitiva la persistencia en el deterioro interno de la Institución nos pasarán factura a todos.

No es posible que ante contingencias médicas no deseadas nos descuenten sueldo, obligando con ello a trabajar en condiciones que no sólo vulneran el ideario de toda la normativa de riesgos laborales y la seguridad de los ciudadanos, sino que además en un colectivo que siempre ha tenido una de las menores tasas de bajas laborales no incapacitantes es inmoral.

Con todo ello, algunos gestores policiales consideran que se debe seguir presionando a sus subordinados para mantener la eficacia y el logro de objetivos, a pesar de que peligre a medio plazo la policía que conocemos, ejemplar, del pueblo y para el pueblo. Da igual, muchos ya no estarán y quizás esperen premio por ello.

El castigo y presión hacia los miembros del CNP que siempre se han comportado de forma ejemplar, y han logrado ser reconocidos como unos ciudadanos más dentro del conglomerado social, nos debería hacer reflexionar ampliamente en el seno del colectivo.

Nunca el CNP ha perdido en tan poco tiempo con respecto al ciudadano el nivel de prestigio e imagen percibidos, lo que nuevamente debería llevar a reflexionar a todos, policías, organizaciones sociales, ciudadanos, gestores públicos, dado que es más que probable, que lo que parece que ocurre en este caso sea realmente lo que ocurre. Nos ha costado mucho conseguir una policía civil, democrática y al servicio del pueblo. ¿Queremos perder eso? Los miembros del SUP no.

Matías A. Castaño Vázquez
Secretario General SUP Asturias

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