20 de febrero de 2012

ENCUESTA DE INTERÉS DEL SUP DE ASTURIAS


¿ES BUENA LA GESTIÓN DEL JEFE DE LA COMISARÍA DE GIJÓN?


¿CAMBIARÍAS AL JEFE SUPERIOR DE POLICÍA DE ASTURIAS?




Hace poco más de un mes que preguntamos a los compañeros por su opinión sobre los dos personajes policiales en Asturias que suscitan más controversia: El Jefe Superior de Policía de Asturias y el Jefe de la Comisaría de Gijón.

En cuanto al Jefe Superior podemos traducir que aprueba por los pelos, ya que la opinión de los participantes en la encuesta se encuentra claramente enfrentada en un porcentaje muy similar. El 54% opina que debería continuar y el 46% que debería ser sustituido. Desde el SUP de Asturias creemos que el Jefe Superior debe reflexionar sobre estos datos, dado que se percibe un progresivo deterioro en la confianza sobre su gestión por parte de sus subordinados. La nefasta dirección en la Comisaría de Gijón, de la que nos referiremos a continuación, el injusto reparto de medallas, olvidando magníficas actuaciones con gran repercusión pública y trayectorias merecedoras de repetidas peticiones que han sido desoídas, devaluación de las reuniones trimestrales, que de instrumentos para resolver problemática se han erigido como espectáculos circenses donde la chulería y la tergiversación impiden concretar acciones de solución y principios de verdadera colaboración y coparticipación, el desprecio y la sordera intencionada hacia los representantes sindicales y sus propuestas, así como de las actuaciones de denuncia de problemas por parte de algunos responsbles en la Jefatura, cuya arrogancia e impunidad marcan estilo,  la desproporcionada acción disciplinaria contra conductasy acciones  profesionales, que nos retrotraen a épocas de castas, donde unos pueden hacer lo que les venga en gana y otros son severa o injustamente castigados  por la más mínima acción, y en definitiva, el mirar para otro lado en momentos en los que necesitábamos su liderazgo y avanzar todos juntos.

Sobre el Jefe de la Comisaría de Gijón los datos no ofrecen dudas: Suspenso en toda regla y a repetir curso. Sólo el 9% opina que su gestión ha sido buena. Datos demoledores y que no merecen más comentarios por innecesarios. Basta con hablar con los compañeros destinados en Gijón y como se dice...a buen entendedor pocas palabras. No le vamos a trasladar al responsable de Gijón nada nuevo que no le hayamos dicho: Así no se puede dirigir nada!. En la época actual se requieren mandos que sepan adaptarse a las circunstancias, con gestiones transparentes y respeto por los derechos de los policías, que conozcan y empaticen con sus subordinados, que los respeten y en definitiva, que sean capaces de diseñar planes operativos eficaces y eficientes, sin desplegar estilos de tierra quemada y desgaste absoluto de los recursos humanos. Desde el SUP de Asturias deseamos, al igual que la inmensa mayoría de los profesionales destinados en Gijón un pronto cambio de Jefe y un cambio radical de estilo de mando en la Comisaría.

Comisión Ejecutiva Federal SUP Asturias.

15 de febrero de 2012

APOYO A LA MANIFESTACION DEL 19 DE FEBRERO

El Sindicato Unificado de Policía, como sindicato representativo de  un colectivo integrado por trabajadores públicos, comprometido con la sociedad y defensor del mantenimiento de los derechos personales y  laborales de sus afiliados y los miembros del Cuerpo Nacional de Policía, apoya las manifestaciones convocadas para el domingo, día 19  de febrero, en señal de disconformidad con la reforma laboral aprobada por el Gobierno de España. 

El SUP lleva trasladando desde hace dos años  que España se encuentra en situación de emergencia y que era absolutamente necesario adoptar medidas estratégicas y cambios estructurales para revertir el nivel inaceptable de paro y amortiguar la crisis financiera.  

Los gestores políticos deben esforzarse en promover esfuerzos reales de entendimiento y huir de sectarismos interesados por determinados grupos de influencia. Se debe gobernar para todos y todos, partidos políticos, sindicatos, asociaciones y organizaciones civiles,  debemos llegar a un  gran acuerdo nacional, acuerdo que trate de mantener y defender derechos laborales conseguidos con tanto esfuerzo y sacrificio; establecer planes urgentes de contingencia contra el paro, estableciendo medidas equilibradas y orientadas al logro de mayor productividad y competitividad, respetando la dignidad del trabajador, (mejores procedimientos de gestión, mayor eficiencia en la actividad laboral, financiación real hacia PYMES y autónomos, ayudad efectiva a emprendedores, combatir el fraude fiscal; establecer una política impositiva justa, redistributiva, y a todos, que fomente las inversión; una reforma laboral que prime la contratación y no el despido voluntario (como la que se ha aprobado).

 Lejos de ese gran acuerdo nacional, las medidas adoptadas fracturan más a la sociedad, pues parece que la crisis se utiliza como excusa para reducir drásticamente el salario y los derechos de los trabajadores. El Gobierno debe ser sensible al drama del paro, de los miles de desahuciados, de los millones de españoles que viven bajo el umbral de la pobreza y debe evitar actuar al dictado de organismos extranjeros e intereses de grupos de presión financieros. Se deben habilitar mecanismos de participación real y corresponsabilidad de los ciudadanos

Cuando una sociedad se fractura por la incapacidad de los políticos que nos gobiernan el siguiente paso siempre conduce a movilizaciones, conflictos y al uso y abuso de las fuerzas de Seguridad del Estado para controlar y someter a los ciudadanos. Y es en esa vertiente donde nos sentimos directamente concernidos pues seremos nosotros, los policías, quienes afrontaremos la violencia fruto del descontento. 

Comprendemos y compartimos por tanto, el pesimismo de quienes no encuentran la utilidad de esta reforma laboral y nos sumamos a la indignación que sienten todos los trabajadores y quienes los representan. El desprecio y la arrogancia nunca han generado nada bueno y España merece un esfuerzo, de todos y para todos.

 Para evitar provocar algún tipo de conflicto en la manifestación, que será masiva, renunciamos acudir con nuestras pancartas de sindicato policial; por ello los miembros del SUP asistirán a las manifestaciones con pegatinas propias de esta organización, combinadas con las de las organizaciones sindicales y singularmente las de CCOO, con quien tenemos un protocolo de cooperación desde 1996, previniendo cualquier incidente que pueda distraer del objetivo de los actos, que es denunciar las medidas  contra los derechos de todos adoptadas por el Gobierno.

COMISIÓN EJECUTIVA FEDERAL SUP ASTURIAS


3 de febrero de 2012

NO SALEN LAS CUENTAS


Hace ya unos cuantos años, un profesor de la Academia de Policía de Ávila, no sin cierta nostalgia,  afirmaba que “la informática y la psicología estaban acabando con la Policía”, refiriéndose quizás a una manera de trabajar de vieja escuela, en la que los agentes conocían a los delincuentes personalmente, dominaban su argot e incluso disponían de pequeñas cantidades de dinero para pagar confidentes. Su principal archivo era una vieja libreta de anillas y su principal baza psicológica era el respeto.
Hay que reconocer que los medios técnicos y su dominio son los que ponen a la policía en el siglo XXI, pese a que despersonalicen un poco a la institución haciéndola parecerse mas a una empresa  que a un cuerpo armado que sirve y protege. El problema de esta “empresa” es que no está dirigida por especialistas en gestión ni en recursos humanos, si no que está en manos de funcionarios que en muchos casos carecen incluso de titulaciones académicas adecuadas.       Un batallón que coordina, dirige y planifica, cuyo único recurso de gestión consiste en alimentar lo que yo diría que es la mayor lacra que padecemos los que nos ganamos las habichuelas en la calle: la estadística.
En nombre de los resultados estadísticos, nuestros “hábiles gestores” consiguen no sólo despersonalizar a la institución policial, sino también a la sociedad entera, convirtiendo al ciudadano en un mero número, listo para ser identificado, detenido o interrogado.
Las estadísticas y los números no entienden de paciencia ni de trato personal. Tampoco entienden que la mejor intervención es la prevención, y que somos Policías del Estado  al servicio de los ciudadanos, para tratar que vivan mejor y más seguros.
Todo esto da lugar a que para algún mando sea preferible que el policía, por ejemplo, incaute tres papelinas que un paquete con treinta gramos,  porque para la estadística, tres anotaciones son  siempre mejor que una. Esta sencilla regla se aplica al trabajo policial en todos los niveles, logrando igualar la detención de un peligroso delincuente con la de un borrachín de fin de semana. Ambos a fin de mes contarán lo mismo en las tribulaciones de los sesudos gestores. Cuando se aplica a un grupo de investigación, logra que éste encamine sus pesquisas a un mayor número de hechos que a menos trabajos  pero de más calidad.
Esta gestión nos lleva a una manera de trabajar alejada de la realidad de la calle, basada en múltiples actuaciones encaminadas a la obtención de números que mejoren los de años anteriores, con una política de identificaciones indiscriminadas y de controles dudosamente justificados, que no ataca a los problemas reales, que causa molestias innecesarias a numerosos ciudadanos y que sitúa al agente actuante en una posición de indefensión jurídica y laboral al tener que trabajar bajo la presión de los devoradores de estadística, sus mandos directos, que tratan que haga su labor en el límite de la legalidad y bajo la espada de Damocles de ser juzgado por partida doble, por nuestro régimen disciplinario y por el ordinario cuando cometes algún error…  
Queremos ser  siendo la Policía de los ciudadanos, preparada y honrada,  no Policía Política al servicio de intereses de altos funcionarios  o de partidos políticos.
Pablo Rojo Martínez
UPR Gijón.