7 de octubre de 2010

PUBLICADO EN LA NUEVA ESPAÑA EL DÍA 04/10/2010 DÍA EN QUE SE CELEBRARON LOS ACTOS DEL PATRÓN DE LA POLICÍA.
(LO QUE SE HA MANDADO A LA PRENSA COMO ACCIÓN REIVINDICATIVA SINDICAL. TEXTO INTEGRO.)

Un año más el Día del patrón de la Policía se constituye como un acto de denigración contra los policías.
Los actos del día del patrón de la policía se han convertido en convocatorias destinadas a la anestesia de conciencias y apéndices del poder político, donde la ausencia de participación del policía, el sesgo de los discursos políticos sobre la realidad que soportamos en el día a día, y la parafernalia dispuesta para todos menos para los trabajadores de la seguridad pública, son los parámetros de definición de un día en el que el sacrificio sin reservas , la lealtad hacia los ciudadanos y la democracia y las penurias diarias soportadas deberían ser agradecidas y celebradas con más respeto hacia la opinión de los policías y el reconocimiento de su trabajo que se realiza con dedicación y esmero.
El Cuerpo Nacional de Policía realiza un trabajo excelente y de gran calidad para la ciudadanía; a pesar de hacerlo en condiciones laborales que son permanente reivindicación, con medios materiales más que mediocres y perspectivas de mejora a la baja, en un país donde la criminalidad se dota cada vez de más y de mejores medios. Los políticos de turno, desde este Gobierno y de todos los que le han precedido, se han olvidado de la equiparación salarial con respecto a las policías autonómicas, seguimos acudiendo al esperpento de ver como un policía del País Vasco o de Cataluña cobra más salario con menores competencias policiales, sujetos a menor movilidad geográfica y con una carrera profesional mejor estructurada que la nuestra. A esto tenemos que sumar el recorte salarial sufrido, donde unos sueldos ya pequeños, se les ve retirada una parte sustancial de los mismos. Una ley de personal que aún se encuentra a debate y que actualmente y a falta del trámite parlamentario correspondiente aporta pocas mejoras a nuestro status laboral. Ofrecemos nuestra vida y sacrificio diario en el servicio con generosidad y nos arropan con indiferencia, pasotismo y abandono.
Los Policías Nacionales de Asturias y de España se preguntan ¿Qué tenemos que festejar? Quizás para algunos ser un Cuerpo Policial de Segunda en un Estado de Cuarta, quizás que algunos personajes indescriptibles se cubran de gloria a costa del sacrificio ajeno y que las eternas promesas de mejora que plantean siempre se quedan en humos negros y nunca pasen a ser hechos. Situaciones como la presión laboral en alguna Comisaría de nuestra Autonomía, el escándalo sempiterno de las medallas de este día, con concesión basada en un sistema que nuestro Sindicato considera injusto y arbitrario, donde siempre van para los mismos, baste un dato, el siguiente, de 16 medallas concedidas en Gijón, el cincuenta por ciento para la escala de mando. ¿Dónde está la punta de lanza de la que hablaba el Delegado de Gobierno? ¡Pregunte! Porque los hechos no se corresponden con los méritos.
No se puede aprovechar el Patrón de la Policía para colocar una pancarta política, y debemos de recordar al Sr. Delegado de Gobierno que lo que su partido criticaba, concretamente el uso político de las estadísticas de criminalidad por parte del PP, ahora, bien que las alaban y adoran, . Coherencia señores políticos. ¡Coherencia!.
Los Policías Nacionales asturianos no tenemos nada que festejar, pues ni tan siquiera se ha dotado económicamente para el “vino español”, ¿Será porque se llama “español”?, teniendo que ser abonado por los propios compañeros, lo que provoca desdén del policía y desarraigo hacia los eventos organizados con respecto al día del Patrón. Si añadimos la situación actual del salario, la falta de medios materiales, falta de protección jurídica, carrera profesional deficiente y desastrosa, etc.; junto con las presiones laborales y climas de trabajo inapropiados; nos aconseja a los Policías Nacionales a no asistir este año al Día de la Policía porque tenemos poco o nada que celebrar. La ciudadanía debe de saber que existe un divorcio de los profesionales de la Policía con las actuales políticas de seguridad promovidas por los políticos, como no, también de aquellos que las facilitan con actitudes resultadistas.
Con todo el respeto hacia el Sr. Delegado del Gobierno y a quien corresponda, creemos que tenemos la obligación moral con nuestros representados de trasladarle todas estas circunstancias para que su actual panorama rosa, no impida ver la situación gris en la que nos han instalado.
SECRETARIO GENERAL
SUP ASTURIAS
Fdo. Matías A. Castaño Vázquez

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