Por sentido humano, y al margen de toda ideología bien sea de las derechas o de las izquierdas, una mujer no puede quedar al albur de las circunstancias y colocarla en tierra de nadie. Si no hubiera norma que la permitiera entrar en nuestro país, que la hay, habría que crearla o, invocando el principio de necesidad, sortear las existentes y favorecer una atención primaria desde el plano humano y sanitario, y luego desde el campo de los derechos civiles. Ahora bien, no es cuestión de entrar en política, y menos aún, de realizar un posicionamiento ideológico concreto; pero sí es el tiempo de analizar el papel que ha jugado la Policía al permitir su entrada, y que según el dictamen del órgano judicial competente está bien hecho. Esto es lo que importa.
Mejor Haidar en un estado democrático donde se reconocen y respetan los derechos fundamentales que en otro como es Marruecos que deporta a sus disidentes. Hasta aquí en lo que respecta a la situación internacional de la Sra. Haidar. Sería coherente reafirmarnos en el principio de respeto y protección a una mujer y a su causa, y por eso cabe decir que mejor está en España que otro sitio, más aún cuando nos unen lazos históricos y sociales lo suficientemente sólidos para brindarle nuestro apoyo y exigir que se redoblen los esfuerzos en el terreno diplomático para su solución. ¿Qué hacen y cómo lo hacen?
Ahora voy con los políticos que tenemos en suerte, como bien dice nuestra Secretaria General “El presidente de nuestro gobierno no se entera y la vicepresidenta miente” sobre la actuación de la Policía en la caso de la Sra. Haidar. ¿Qué fácil y que barato les resulta a estos políticos echar las culpas a otros?... Ahí está la crítica, a unos patronos políticos que reparten las culpas a diestro y siniestro sin realizar su propio acto de contrición para localizar y conocer la suya propia. A tenor de lo dicho, un pensamiento sindical que tendría que calar en todas y todos los profesionales, el siguiente: “Si la policía gozara de hecho de la independencia que disfrutan los Jueces y Magistrados, otro gallo nos cantaría. Si las carreras profesionales no tuvieran lo que pudiera ser el padrinazgo de los políticos de turno a través de los “cargos de confianza”, de otras formas no iría. Si nuestro Cuerpo estuviera mandando “arriba” por personas que no vinieran de la política, y sí a través de la carrera profesional al margen del Gobierno de turno, otra perspectiva de respeto y reconocimiento tendríamos”. ¡Basta ya! De tanto político metido a Comisario y viceversa.
Luego los sindicatos en medio de decisiones políticas donde los policías son instrumentos de unos políticos de baja estofa y peor preparación. ¿En cuántos casos nos han metido estos políticos para defender sus decisiones y políticas del tres al cuarto? Y no aprendemos, así nos va. Caso Haidar, Caso Bono, Equiparación Salarial, Carrera Profesional, etc… Ahí están las concomitancias de un caso con otros que los políticos de hoy y después de treinta años tienen sin resolver, por lo tanto cabe decir que los procedimientos y los talantes de unos y otros acaban siendo los de siempre. SOLUCIONES… ¡NINGUNA!. Dignidad y respecto a nuestra profesión, y ¡Basta ya! de tanto mangonearnos y ponernos a los pies de los caballos.
Ah… Y para acabar una crítica a nosotros mismos, a los Sindicatos Policiales, ya que el caso Haidar pone a la luz la divergencia de las notas emitidas y la aglutinación de las fuerzas sindicales, Por un lado la CEP y el SPP, y por el otro UFP y el SUP, todos invocando mayorías representativas. No, no y no. Las bases opinan que en lo importante y para sacudirnos la incompetencia de nuestros políticos, TODOS JUNTOS. No sé si a alguno les iría bien esta postura unificada para su carrera, pero para la andadura del común los profesionales, seguro que sí.
Mejor Haidar en un estado democrático donde se reconocen y respetan los derechos fundamentales que en otro como es Marruecos que deporta a sus disidentes. Hasta aquí en lo que respecta a la situación internacional de la Sra. Haidar. Sería coherente reafirmarnos en el principio de respeto y protección a una mujer y a su causa, y por eso cabe decir que mejor está en España que otro sitio, más aún cuando nos unen lazos históricos y sociales lo suficientemente sólidos para brindarle nuestro apoyo y exigir que se redoblen los esfuerzos en el terreno diplomático para su solución. ¿Qué hacen y cómo lo hacen?
Ahora voy con los políticos que tenemos en suerte, como bien dice nuestra Secretaria General “El presidente de nuestro gobierno no se entera y la vicepresidenta miente” sobre la actuación de la Policía en la caso de la Sra. Haidar. ¿Qué fácil y que barato les resulta a estos políticos echar las culpas a otros?... Ahí está la crítica, a unos patronos políticos que reparten las culpas a diestro y siniestro sin realizar su propio acto de contrición para localizar y conocer la suya propia. A tenor de lo dicho, un pensamiento sindical que tendría que calar en todas y todos los profesionales, el siguiente: “Si la policía gozara de hecho de la independencia que disfrutan los Jueces y Magistrados, otro gallo nos cantaría. Si las carreras profesionales no tuvieran lo que pudiera ser el padrinazgo de los políticos de turno a través de los “cargos de confianza”, de otras formas no iría. Si nuestro Cuerpo estuviera mandando “arriba” por personas que no vinieran de la política, y sí a través de la carrera profesional al margen del Gobierno de turno, otra perspectiva de respeto y reconocimiento tendríamos”. ¡Basta ya! De tanto político metido a Comisario y viceversa.
Luego los sindicatos en medio de decisiones políticas donde los policías son instrumentos de unos políticos de baja estofa y peor preparación. ¿En cuántos casos nos han metido estos políticos para defender sus decisiones y políticas del tres al cuarto? Y no aprendemos, así nos va. Caso Haidar, Caso Bono, Equiparación Salarial, Carrera Profesional, etc… Ahí están las concomitancias de un caso con otros que los políticos de hoy y después de treinta años tienen sin resolver, por lo tanto cabe decir que los procedimientos y los talantes de unos y otros acaban siendo los de siempre. SOLUCIONES… ¡NINGUNA!. Dignidad y respecto a nuestra profesión, y ¡Basta ya! de tanto mangonearnos y ponernos a los pies de los caballos.
Ah… Y para acabar una crítica a nosotros mismos, a los Sindicatos Policiales, ya que el caso Haidar pone a la luz la divergencia de las notas emitidas y la aglutinación de las fuerzas sindicales, Por un lado la CEP y el SPP, y por el otro UFP y el SUP, todos invocando mayorías representativas. No, no y no. Las bases opinan que en lo importante y para sacudirnos la incompetencia de nuestros políticos, TODOS JUNTOS. No sé si a alguno les iría bien esta postura unificada para su carrera, pero para la andadura del común los profesionales, seguro que sí.
Saludos y Suerte Compañeras y Compañeros.
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