LO QUE NO TE VAN A DECIR A LAS NUEVE.
“Si se producen murmuraciones, falta de disciplina y los soldados hablan mucho entre sí, quiere decir que se ha perdido la lealtad de la tropa. Las murmuraciones describen la expresión de los verdaderos sentimientos; las faltas de disciplina indican problemas con los superiores. Cuando el mando ha perdido la lealtad de las tropas, los soldados hablan con franqueza entre sí sobre los problemas con sus superiores.”
Del Libro el Arte de La Guerra. -Sun Tzu-.
SUN TZU y su Arte de La Guerra ha generado unas recomendaciones muy provechosas, algunas escuelas de negocios extraen sus enseñanzas y las aplican en sus planes de formación, pues sus postulados están vigentes, uno de ellos es la frase en la que se apoya este artículo.
Compañeras y compañeros, la citada frase es extrapolable a algunos estadios de nuestra vida, pero si adquiere fuerza y relevancia es en el terreno laboral. Hace años que nuestro sistema empresarial se ha instalado en el análisis de los “rendimientos personales y colectivos”, y estos se encuentran muy centrados en los obrer@s; lo que no deja de generar una gran carga de “burocratización” en lo que supone la recogida, estructuración, análisis y conclusión de los datos obtenidos al objeto de potenciar las eficiencias. LO QUE REQUIERE MUCHOS RECURSOS Y TIEMPO.
Hay que añadir a esto que los objetivos se conciben como algo que se nos presenta con los sumandos de calidad y cantidad (el discurso estadístico es grandilocuente y autocomplaciente en los políticos), y esto se hace desde un personalismo que suele gozar de cierto grado de patriarcalismo o de orfandad según las “consecuciones” en función del resultado de su materialización. Los Sindicatos estamos para determinar las paternidades de las ideas y sus correlativas implantaciones, y esto es así para poner opinión, freno y reivindicación a aquello que lesiona los derechos de los funcionarios TAN OLVIDADOS SIEMPRE. Esa labor nos lleva a recoger las murmuraciones de pasillo y llevarlas a la mesa después de cribar sus gruesos, que a veces no son pocos, hasta el extremo de quedarnos más de una vez solos y negados antes de que cantara tres veces el gallo. Estamos ante la estrategia del éxito y del fracaso realizada con cierto método “ponciopilatesco”. Toda una tesis sobre la gestión, pues en esa labor existen espacios de exigencia que generan otros de lasitud dentro de una relación causa-efecto laboral.
Hace tiempo, y observando todo este entramado tecnócrata, he decidido desde el campo sindical generar el discurso reivindicativo con la utilización de un léxico “laboral”, palabras como: empresa, trabajador, mando intermedio, mando directo, gestión, seguridad laboral, etc.; al considerar que es una construcción lingüística idónea tanto desde nuestro proceso de producción de cantidades de nuestro producto, como desde la instalación de la percepciones de bienestar que se instalan; pues no hay que olvidar que esa producción y marketing se realiza con técnicas de empresa privada pero con mentalidad pública. Tampoco borremos de la memoria que la cuenta de resultados es una cosa que persigue el político de turno junto con el adjunto circunstancial de tiempo y complemento con verdadero tesón, véanse como ejemplo de lo dicho las continuas referencias a las estadísticas y lo bien que va todo. Y la nave va, (Federico Fellini 1983). No sé quién lo dijo, pero creo que alguien ya lo ha dicho antes, que los números son argumentos pobres y solitarios (aunque al día de hoy, buenas pancartas), menos los de las cuentas bancarias que solo lo son cuando son “rojos” y nefastos para cualquier economía personal o colectiva.
Continuo. Sé, porque alguna vez lo escuchado, que este lenguaje no gusta, pues denota y connota determinadas posiciones ideológicas, y ya se sabe, ideología y jerarquía NO son un matrimonio llamado a resistir en el tiempo aunque goza de cierto atractivo para el amancebamiento desde la perspectiva que supone la conjugación del poder. Además, esa construcción discursiva proletaria en nuestro ámbito es poco aceptada desde las ideas conservadoras que puedan estar instaladas en el “establishment” empresarial. Consecuencia de ello –en el fondo se trata de un debate ideológico- es que este tipo de posicionamiento estructural conlleva la reformulación, cuando no, la radicalización del concepto de “CLASE”, y con ello se abren las brechas de disenso entre los obreros, capataces y directores; saliendo a la escena las murmuraciones (conversaciones en perjuicio de los ausentes) como escenificación de las realidades existentes.
¿Por qué la frase de Sun Tzu?... Porque la empresa se motoriza a través de la correcta planificación y utilización de los factores de producción, donde de los tres existentes, el capital humano (el trabajo) es el más importante y a veces el menos cuidado. Bien, llegados hasta aquí, cabe decir que los agentes sociales, entre los que indudablemente nos encontramos los SINDICATOS HOY POR HOY AÚN POLICIALES, pero con menos valor para algún que otro staff empresarial que una asociación de petanca, también debemos de preguntarnos continuamente si en el sistema lo que falla son las ideas y la dirección, o las acciones y el trabajo, o todo a la vez. Ante esta situación se nos requiere a los Sindicatos análisis y crítica, porque estas dos funciones no están residenciadas solo en los generales, sino también en los soldados (dicho esto siempre desde la prudente distancia y dentro del contexto intertextual de la frase de Tsu Zu), aunque esa parte refractaria colocada en lo antiguo y retrogrado crean y promulguen lo contrario desde sus torres de marfil o cuarteles de invierno. El bueno de Sun Tzu nos permite localizar con certeza la raíz de las murmuraciones. Este es el indicador que da valor al análisis basado en localizar la intensidad de esas murmuraciones que jalonan las realidades empresariales, de los momentos anímicos que las promueven y las proyecciones que puedan tener en el corto y largo plazo en el proceso productivo. Casi nada. SALUD COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS. Buenas noches y buena suerte a todas y todos. SEGUIMOS EN LA LUCHA. Esto último… Por ir familiarizándonos con el nuevo escenario que viene.
SÍNTESIS DE LAS MURMURACIONES:
Desde la libertad sindical, opinamos que la consecuencia de ser un workalcoholic (adicto al trabajo), puede suponer en cierto grado una perturbación que acaba con la agradabilidad del trabajador. En otro orden de cosas, pero en el mismo asunto, podemos intuir que al eliminar la figura de la delegación en el mando intermedio instalamos un clima que perjudica la cohesión y al automotivación, pues el flujo de trabajo es tal que parece ser que resiente a la calidad de vida laboral.
Lo sé, muy críptico, pero muy intenso.
Palabras clave: Libertad sindical, woralcoholic, agradabilidad, mando intermedio, clima, cohesión, delegación, flujo de trabajo y calidad de vida laboral.
Localización de las palabras:
http://usuarios.lycos.es/Masterdeluniverso/glosarrhh.4.htmGijón al Norte.